Dede es su nombre, tiene 35 y años y es pescador. Todo comenzó cuando sufrió un accidente y le tuvieron que amputar la pierna. Aunque en teoría no debería haberle pasado nada extraño tras esto, Dede empezó a desarrollar una infección genética que impide que el sistema inmunológico pueda combatir el virus del papiloma humano, infección que produce el crecimiento de pequeñas verrugas, según un investigador de la Universidad de Maryland. Los médicos locales no pudieron encontrar una curación. Pero ahora Dede tiene una pequeña esperanza para acabar con las especies de raíces que alberga en sus extremidades. El dermatólogo Antonio Gasspari, quien pudo encontrar el problema, puede también encontrar la solución con un nuevo tratamiento que ya ha comenzado Dede para volver a ser el de siempre.
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